(Las naranjas son bravías totales, incomestibles. Fotos M. L.)
Ya ha llegado la hora. O han cambiado al jefe de los jardineros o alguien
ha tomado conciencia del problema. O hay más trabajadores en Jardines del
ayuntamiento o esto es consecuencia del efecto Carnaval y seguramente el
concejal Miguel Ángel Rodríguez de la
Calle se ha dado cuenta de que le podían chafar el desfile a naranjazos, con
lo que ha querido evitar una reedición de la guerra de las naranjas dado que
(como dicen los matemáticos) los
carnavaleros han advertido de que el desfile va a ser reivindicativo. El hecho
es que hace unos días han empezado a recolectar las naranjas bravías que otros
años se pasaban días y semanas en los acerados de nuestras calles. Había
lugares especialmente molestos, en los que al pasar se solía pisar ese fruto
inútil, válido sólo como adorno de los frondosos naranjos que campan a sus anchas
por algunas avenidas de Badajoz, como Santa Marina. Días y días las naranjas
rodando por el suelo, siendo pisadas tanto por los peatones como por los coches
y llenando las aceras de una mugre difícil de limpiar. Este pasado lunes
andaban ya de limpieza y para este miércoles habían avanzado lo menos
quinientos metros limpiando (¡). Una de dos: o esa cosa es muy laboriosa o hay
pocos trabajadores o se los han llevado a otro sitio.
Tengo escrito por ahí que al entonces
alcalde Luis Movilla se le encendía
la luz allá por el mes de mayo y él o algún concejal (por ahí andan –no escribo
todavía, que sería una maldad- Antonio
Guevara, José María Reino Amador, Antonio Regalado, Aurelio Mejías, Genaro
Sánchez Escartín…-), tomaba recado de escribir y dictaba que se fuesen a
pintar las marcas del suelo de las calles de Badajoz, con lo que se ponía un
poco de orden en el tráfico rodado (sic) antes que llegase la feria de Badajoz
y el circo de Ángel Cristo llenase
la calle del Obispo de elefantes cachondos
siguiendo a Bárbara Rey… Pero, qué
digo, qué cosa es esta, ahora que hasta los circos
parece que molestan. Será porque a los monos circenses les gusta tirarse entre
sí plátanos y naranjitas… A vé…
(Publicado en la edición impresa de HOY el jueves 20 de febrero de 2014)