martes, 30 de septiembre de 2014

Acoso policial en nuestras calles





Para que nadie se moleste, traigo aquí una imagen de dos policías locales en un país europeo, que estaban apatrullando la ciudad. (Foto M. L.)

Caminaré yo esta mañana por el Puente Real tratando de evitar ser atropellado por algún conductor deslumbrado cuando se me vendrá a la mente que hace semanas y semanas que no veo a los muy diligentes y activos señores de la Policía Local haciendo controles en esa zona ni en el Puente de la Universidad ni en ninguna parte. Eso desmiente mi teoría de que somos una ciudad asediada por “los locales”, que es como la versión light de la Policía Nacional, porque a estos últimos se les llama los nacionales mientras los otros son los locales y hace ná y menos eran los municipales (allí donde los haya, porque hay pueblos en que los municipales son como un espanto). En este Badajoz de mi Martínez Mediero, moderno y desconfiado, el agobio a que nos tienen sometidos los municipales es horrible. Intentas evitar ser atropellado en un semáforo, ves a un gamberro motorizado con el escape libre saltándose el semáforo, tratas de que limpie la caca la vecina (no vayan a llamarme machista) que hace cucamonas al perro mientras este se desocupa, ves al gamberro belga rompiendo botellas en Fernando Calzadilla, quieres increpar al jubilado (llámenme lo que quieran) que sacude las alfombras a todas horas del día y de la noche… y de pronto ves que no es necesario que lo hagas tu, que estás rodeado de municipales que se encargan de hacer cumplir las ordenanzas municipales, con una presencia policial que es agobiante para los que presumimos de ser gente de orden. Esta masiva salida de agentes a la calle, apatrullando la ciudad, que para sí quisieran en Marbella o en Mérida, hace que uno recupere la confianza en quienes rigen nuestros destinos, que saben de sobra que cuando un pueblo se siente tan vigilado acaba por gritar ¡fuera las cadenas, que quiero ser libre! Menos mal que, como ya tengo escrito, Badajoz aguanta todo. Hasta al concejal de la moto (aquí no ha pasado nada, mire usted) y al agobio de tanto policía en la calle. A vé…

(Publicado en HOY el 30 de septiembre de 2014)

martes, 16 de septiembre de 2014

¿Es posible que esto vaya a ser el Hospital de la Gran Muralla china?


(El Hospital provincial San Sebastián, que la Diputación cedió graciosamente al Estado para instalar un Parador Nacional. Por la desidia del Estado y de sus responsables, el propio Estado tendrá que gastarse medio millón de euros en reparar los efectos del vandalismo. Así nos luce el pelo. Fotos: M.L.)


Iba servidor de usted a comprar papel para forrar los libros cuando tras atravesar San Francisco vi una multitud que rodeaba las traseras del López de Ayala. No, no era gente que fuera a comprar entradas para ver a algún cómico ni era tampoco otra cola de desesperados a las puertas de Hacienda a reclamar la devolución aún pendiente. Era, sencillamente, una concentración pacífica de personas que al pasar por la acera se habían parado a contemplar a tres ciudadanos del mundo que con varios cartapacios y cámaras, ipad’s y utensilios de lo más variopinto miraban y remiraban la fachada y luego se iban a  los laterales y señalaban las ventanas y cuchicheaban, porque, eso sí, hablan bajito (no son españoles, claro). Chinos de la gran muralla mirando y remirando el que fuera Hospital provincial desde todos los ángulos posibles. ¿Qué coño estarán mirando? se preguntaba un concejal que pasaba por allí montado en su moto y que iba a aparcar a la Plaza Alta. Un curioso ciudadano se atrevió a preguntarles en perfecto idioma chino mandarín y recibió la fatídica respuesta que le dejó perplejo. “Estamos -dijo el chino viejo- mirando a ver si nos interesa quedarnos con el local”. El chino no dijo más pero de su chaqueta asomaba un recorte de este periódico en que podía leerse con letras gordas que el Estado va a soltar 525.000 euros para reparar los desperfectos del Hospital antes de devolvérselo a la Diputación de Badajoz. Y los chinos habrán echado sus cuentas y verán que por mucho que les pidan por el traspaso, como papá Estado se va a gastar medio millón de euros en reparar los daños causados por la incompetencia de nuestras autoridades (concejales, diputados provinciales, alcaldes, presidente de Diputación de Badajoz, etc …) pues ellos con ná y menos nos colocan ahí una tienda de souvenir, una gran muralla o lo que haga falta… ¡Qué poca vergüenza que el Estado pague ahora medio millón de euros tras unos años cerrado el jodido edificio cuando el más tonto del pueblo (yo, por ejemplo) sabía de sobra que ahí no se iba a hacer ni un Parador ni un Paratres ni leches! ¿Por qué se cedió gratis et amore? Este pueblo no se merece tener estos jodidos gobernantes, sean del signo que sean. Y a todos estos gobernantes hay que echarlos a los leones.

(Publicado en la edición impresa de HOY el martes 16 de septiembre de 2014)

lunes, 8 de septiembre de 2014

Don Manuel Botello Marin, designado hijo predilecto de Salvaleón

   









Salvaleón ha rendido un homenaje popular el domingo 7 de septiembre al que durante casi dos décadas fuera su párroco, el sacerdote Manuel Botello Marín, que coincidiendo con este homenaje popular acaba de ser designado por el ayuntamiento hijo predilecto de la villa. Natural de esta población, Manuel Botello ha ejercido su ministerio sacerdotal en Cheles, Entrín Bajo, Berlanga y Salvaleón, culminando su última etapa de dedicación a la Iglesia como capellán del Hospital Infanta Cristina, donde su  popular figura adquirió especial relevancia entre el personal sanitario del centro y los numerosos enfermos a los que visitó en sus más de diez años en el centro hospitalario. Ha sido esta, precisamente, la cualidad humana que la ha sido más reconocida en su vida sacerdotal, la de las numerosas visitas y el afecto demostrado a los enfermos en las parroquias que le fueron encomendadas.
Al homenaje ahora celebrado a iniciativa de un grupo de feligreses se sumó la Corporación Local, que acordó conceder su nombre a una céntrica calle. El alcalde, Francisco Albarrán, anunció en el sencillo acto de descubrimiento de la placa de la calle que llevará su nombre que la Corporación local había decidirlo concederle el título de hijo predilecto. Más de 500 vecinos asistieron a la misa de acción de gracias celebrada en la ermita de la Virgen de Aguasantas y al descubrimiento de la placa, siendo completados estos actos con una convivencia de hermandad en una cafetería de la población. Hubo numerosas intervenciones de organizadores y amigos. Emocionado, don Manuel Botello Marín dio las gracias y narró escenas de su vida infantil y juvenil desarrolladas precisamente en el espacio en el que hoy se asienta la que desde ahora será su calle y que antes era conocido como La Capellanía.
Ya jubilado de su actividad parroquial, sigue colaborando en las tareas de la parroquia de la que es titular Santa Marta, de Salvaleón, donde recibe a diario el afecto de todos los vecinos porrineros.



sábado, 6 de septiembre de 2014

La esquina ilustrada de Badajoz

Hay en Badajoz un lugar que rezuma sabiduría popular desde que amanece. Yo lo llamo la esquina ilustrada y está donde en su día asentó sus reales un negocio que respondía al nombre de La Esquina Educativa. En la Avenida de Fernando Calzadilla, esquina con Avenida de Juan Pereda Pila, antes de las oho de cada mañana de lunes a viernes se da cita una curiosa masa de jubilados y jubiladas que acuden allí movidos por la pasión por la lectura y, supongo, las escasas ganas de gastarse un duro en periódicos. Esa esquina, que las palomas ponen hecha un asco cada madrugada y que luego a lo largo del día es fregada por los titulares de una parafarmacia, es uno de los lugares elegidos por los repartidores de periódicos gratuitos en Badajoz, Desde poco antes de las 8 de la mañana, tanto en el jodido invierno como en el tórrido verano, puede verse allí a varias docenas de jubilados que departen en animada charla y forman las tertulias prerecepción de la carga de erudición que se supone es llevada por los periódicos gratuitos. Esa esquina ilustrada recibe la lluvia de la cultura periodística y no solo se registran colas esperando a los repartidores y a Pepi (ex trabajadora de Duven, Durán Ventura, almacenes de mobiliario y oficinas), que se encarga de recibir de los repartidores los folletos que los periódicos gratuitos también distribuyen entre los ávidos y ahorrativos lectores. Son los que jamás van a pagar un euro por un periódico, como los clientes de los bares a los que a veces no les importa esperar media hora con tal de leer gratis el periódico, y que no dudan en gastarse uno o los euros que sean con tal de disfrutar de la cultura gratuita. Todos ellos son los otros lectores que no pueden incluirse en las estadísticas de lectura de periódicos. Pero así es la vida. Por más que las palomas se empeñen en seguir cagando sobre la letra impresa que se lleva infeliz las declaraciones de todos los astorga de turno. A vé…

(Publicado en la edición impresa de HOY el  jueves 4 de septiembre de 2014)