Ramajos colgando de árboles en la Avenida Fernando Calzadilla de Badajoz. (Fotos M. LÓPEZ)
Le
tenía yo aprendido a algunos de los muchos, muy buenos y muy
desaprovechados técnicos municipales que ha tenido y tiene el
ayuntamiento de Badajoz: que llegadas las épocas de ferias (y
también antes de las elecciones) era bueno repintar todos los pasos
de peatones y de cebras de la ciudad. Por razones de seguridad,
mayormente. Porque Badajoz se llenaba de forasteros y conductores
atolondrados que no respetaban los pasos, alegando que no los veían.
Y así un año y otro el alcalde ordenaba librar una partida de
pintura a finales de mayo, para prevenir. Ahora, el ayuntamiento
sigue sin hacerme caso: ni nombra un concejal de las tonterías, ni
crea una patrulla canina para tapar los agujeros que dejan las
baldosas que la propia desidia se ha ido llevando, ni persigue con
más ahinco a los dueños de perros cagones, ni tapa los baches, sólo
ha limpiado una cuarta parte de los solares municipales llenos de
fusca que hay en la ciudad (aunque la hazaña que se vende es que “sí
se ha limpiado” una cuarta parte, etc)... en fin, que cómo voy a
pedirle ahora que pinte los pasos de peatones, si ellos -los
concejales- están en este momento a otra cosa, a reñir, a encender
el ventilador... ¿Cómo voy a pedirles que se ocupen del ramoneo de
los naran jos de Santa Marina o de los múltiples árboles que
amenazan con saltarnos los ojos cuando vamos andando distraidos. Por
ejemplo, por Santa Marina o por la Avenida de María
Auxiliadora, donde a los ramajos de los árboles les ha dado por
apuntar al suelo y amenazan con sacarnos los ojos a los que superamos
ligeramente la talla (de estatura física, claro), de nuestro
alcalde, que el señor guarde.
Como
el año se metió en agua, éramos muchos los que nos escondíamos
bajo los árboles en días de lluvia, olvidando el refrán tan
nuestro que recuerda que “cuando uno se mete debajo de hojas, dos
veces se moja”. Y ahí sí que no vale la patrulla canina ni el
concejal de las tonterías, porque la patrulla no sabemos a qué la
dedican y el concejal de las tonterías, que yo añoro, ni está ni
se le espera. Visto lo visto, me voy a hacer un Imserso y que
ustedes lo pasen bien.
Publicado en la edición impresa de HOY el lunes 23 de mayo de 2017
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