martes, 9 de febrero de 2016

A San Sebastián, ahí al lado







(El Hospital está en fase de obras para reparar los desperfectos causados por el vandalismo y por los años en que ha estado abandonado)


En aquel tiempo el macrohospital del Infanta Cristina (y dale con el nombrecito) sólo era un proyecto y los centros sanitarios públicos de referencia eran el Perpetuo Socorro, la Maternidad y el Hospital provincial San Sebastián. Era frecuente que se llevase a pacientes del Perpetuo hasta el Provincial y al revés. Para hacerles otras pruebas, para intervenciones. El primer Scanner de Badajoz lo compró la Diputación y lo instaló en el Provincial, siendo presidente Luciano Pérez de Acevedo y Amo, con lo que había muchos traslados. A las puertas de este centro y ante el edificio principal de Diputación (que ellos lo llamaban Palacio), en la calle Flechas Negras, se embromaban unos a otros los conductores de Diputación esperando hacer algún servicio, algún diputado al que embarcar y transportar. Testigos eran los trabajadores de Alfonso Doncel, entre ellos Juanito Holguera, o Carlos Doncel desde La Alianza. Allí se juntaban, entre otros, Feliciano (fue el primer chófer oficial de Luis Ramallo como presidente de la Junta preautonómica), Álvaro y su cuñado al que apodaban El Tambor. Había compadreo entre ellos. Y de boca de alguno oi yo la anécdota (falsa o no) de que a un efermo del Perpetuo había que trasladarlo a toda prisa al Hospital provincial “de” San Sebastián. El matiz del “de” es importante, porque contaban que el conductor cogió carretera y manta dispuesto a irse a San Sebastián, al Norte, a la tira de kilómetros. No sé si sería verdad o broma. Pero se circuló por Badajoz la anécdota y así la contamos en su día, en el siglo pasado. Ahora dicen que al centro que resulte de la adecuación que propone Diputación se le va a llamar San Sebastián. Si sale adelante la idea que propone el presidente Gallardo (que me parece buena) podremos decir que vamos a comprar delicatessen culinarias o a tomar unas tapitas a San Sebastián en las ferias de día o en las tardes/noches de este Badajoz al que le vendrá bien esta animación del Centro de la ciudad, si va acompañada la remodelación del añadido de nuevos servicios, la reubicación de la Escuela de Idiomas, quizá la Biblioteca Regional, el mercado central, el mercado gourmet, la Escuela de Artes y Oficios y alguna otra más que se decida. A mi me parecerá muy bien. Y cuando me pregunten, “Manolo, ¿a dónde vas con esa bolsa?” yo podré contestar: ”A comprar tomates a San Sebastián”.

(Publicado en la edición impresa de HOY el lunes 8 de febrero de 2016)



sábado, 6 de febrero de 2016

Fuerte de Graça, el vigía de Badajoz











Las instalaciones han sido cuidadosamente rehabilitadas, como puede apreciarse en las imágenes


Ahí al lado, Elvas se asoma tímidamente al Carnaval de Badajoz, la gran fiesta de la participación popular que no puede olvidar a nuestros vecinos portugueses, tan cercanos pero a veces tan lejanos. Desde Elvas hay vistas privilegiadas de este Badajoz que en estos días carnavaleros se despereza y se olvida de fronteras y de convencionalismos.
   Desde la Sierra de Nossa Senhora de Graça se divisa en los días soleados un Badajoz espectacular, si bien es preciso decir bien alto que la atalaya desde la que contemplamos Badajoz en la lejanía no es menos fantástica. No se contemplan desde el fuerte bien las luces de la noche, que sólo son visibles cuando se deja caer la tarde y el día empieza a acariciar el jorosco de las primeras oscuridades.
   La Sierra de Nossa Senhora de Graça acoge desde sus 484 metros de altitud la singular fortaleza que Portugal ha rehabilitado invirtiendo seis millones de euros con ayudas de la Eunión Europea, que en aras de cumplir su máxima de “unidos en la diversidad” ha colaborado a que la Humanidad no pierda este espacio que fue testigo de infinidad de historias, un espacio que se ofrece con sus puertas abiertas al visitante. Corría el año 1763 cuando se inició la construcción de este lugar en cuya labor llegaron a despositar sus esfuerzos hasta 6.000 operarios, según los datos que Portugal facilita. Una tarea ingente que se prolongó por espacio de 30 años. Fue un ingeniero francés, Etienne, quien dirigió los primeros trabajos que después serían continuados por Guilherme Luís de Valére, el cual siguió la ardua tarea de organizar la construcción con el beneplácito del Rey y del Marqués de Pombal.
   La historia cuenta que a la conclusión de las obras allí se aposentó una guarnición militar de 1.200 soldados de infantería, a los que compañaban 200 de Artillería. Estaba claro que la misión del Fuerte de Gracia (o Fuerte de Lippe) era estratégica y defensiva, porque desde sus más elevadas cotas puede otearse la llegada de cualquier elemento extraño a varias leguas de distancia. El Regimento de Artillería de Estremoz sería el encargado de las tareas de defensa y vigilancia, merced a las 144 bocas de fuego que posibilitaban la disuasión a cualquiera que pensase acercarse. Cuenta la historia que el Fuerte fue objetivo militar en la Guerra de las Naranjas (año 1801) y sufrió un bombardeo en 1811. 

   Resistió valientemente el asedio de tropas extranjeras en la Guerra de la Independencia española, en la guerra de la Restauración, guerra de los siete años y se resalta que jamás fue conquistada por enemigo alguno, lo que hizo de esta fortaleza, que es el orgullo de Elvas, un bastión inexpugnable.
   Ya en tiempos más recientes, en la dictadura de Oliveira Salazar, fue destinado a prisión militar y desde 1975 el Fuerte fue prácticamente abandonado a su suerte, aunque permaneció bajo discreta custodia del Ejército lo que no impidió que se cebaran en él vándalos del más variado pelaje, quienes hicieron peligrar el futuro y la integridad de esta instalación. Por fortuna, tras la rehabilitación y la ya citada inversión de seis millones de euros, el Fuerte ha vuelto a cobrar vida y hoy es testigo mudo de una época de la historia. 
  En el pasado mes de noviembre las más altas autoridades de la República de Portugal asistieron a la reapertura de esta instalación que se ofrece diáfana al visitante. Aunque con cierta dificultad para al estacionamiento de vehículos en sus inmediaciones, situado a poco más de un kilómetro de Elvas, el Fuerte simboliza un punto de vigia a tierras españolas en unos momentos en que las relaciones entre ambos paises gozan de buena salud, aunque con discrepancias en el tema ferroviario que perjudican a los extremeños.  
   Bajo sus majestuosos salones el fuerte encierra en sus aljibles el agua caida del cielo y en sus pasillos y estancias queda constancia del paso sucesivo de soldados o reclusos, que soportaron con valentía los rigores de la vida militar o carcelaria. Muchos de sus sucesivos moradores dejaron en las paredes de la fortaleza señales de su paso, que con buen gusto han sido respetadas y se muestran desnudas a los ojos del asombrado visitante.
   En el año 2012 la Unesco declaró al fuerte Patrimonio mundial de la Humanidad.

LO QUE HAY QUE VER


   Elvas tiene muchos lugares a los que el visitante debe dirigirse si quiere llevarse al regreso no solo recuerdos sino también vivencias. Según la oficina de Turismo do Alentejo, merecen destacarse los siguientes enclaves:


ACUEDUCTO DE AMOREIRA: Con casi 8 kilómetros de extensión, desde su inicio en Amoreira hasta la Fuente de la Misericordia en el centro de Elvas, este acueducto es uno de los más importantes ejemplos de la arquitectura hidráulica del país. Con galerías subterráneas y canal al nivel del terreno, su cara más imponente toma forma en la arcada sustentada por robustos contrafuertes que llegan a alcanzar 31 metros de altura. Las obras para su construcción comenzaron en 1537 pero el agua sólo corrió finalmente en el año 1622.

FORTALEZA: Elvas fue la primera ciudad fronteriza en ser fortificada permanentemente después de la Restauración. La construcción tuvo lugar entre 1645 y 1653, siguiendo el método holandés, siendo realizada con siete baluartes y cuatro medios baluartes. Con los fuertes de Santa Luzia y Nuestra Señora de Graça, es considerada una de las mayores y más bien conservadas fortificaciones bastionadas del mundo, con un perímetro superior a 10 kilómetros.

IGLESIA DE SAN PEDRO: Fundada en 1229, es una de las más antiguas de la ciudad conservando un bello portal románico-gótico decorado.


FUERTE DE NUESTRA SEÑORA DE GRAÇA: Ópera prima de la arquitectura militar (1763/1792) es uno de los puntos más altos de la región para defender la entrada Norte y marca el fin del sistema defensivo de la ciudad. Su construcción fue ordenada por Don José I. Dispone de cuatro baluartes y presenta soluciones originales en tres líneas de defensa que llevaron a su resistencia contra los ataques españoles durante la Guerra de las Naranjas y al bombardeo de las tropas francesas en la guerra Peninsular.

MUSEO DE ARTE CONTEMPORANEA: Inaugurado en 2007, el MACE atesora más de tres centenas de obras de la colección Antonio Cachola, que abarca obra de artistas desde la década de 1980 hasta la actualidad.


MUSEO MUNICIPAL DE FOTOGRAFIA DE JOÂO CARPINTEIRO: Situado en un antiguo cine de la localidad, reúne gran cantidad de cámaras fotográficas y cientos de fotografías, un laboratorio para revelar fotografías, una biblioteca especializada y un banco de imágenes.
(Publicado en la revista oficial de Carnaval del Ayuntamiento de Badajoz de 2016. Febrero 2016)