jueves, 26 de agosto de 2021

Nunca saldrás en los papeles


Venga, hija, levántate rápido, tienes que ponerte a estudiar. Septiembre está cerca, los exámenes a la vista. Anoche te dije quince veces que te fueras ya a dormir, que dejaras la Nintendo y las consolas, que hoy toca repasar, ir fresca al encuentro con los libros. No debes perder el tiempo de esa manera. Mira tus amigos, seguro que todos a esta hora están ya corriendo en la playa o en el gimnasio. Son lecciones de la vida que debes aplicar cada día. Si hubieras aprovechado el curso no tendrías estos agobios. Pero tu te has empeñado en hacerme la vida imposible, una mártir estoy en casa por tu culpa, que no puedo ir a los siete días de oro de El Corte Inglés ni al mercadillo ni hacer las conservas de tomate, con lo que me gustan las conservas de tomate y de pimientos, ahora que están baratos. Tampoco yo he podido ir este año a la playa por tu culpa y a ver dónde voy a coger color si no es en la terraza de casa, cuando todas mis amigas han estado en La Antilla o en Los Boliches, en Chipiona no te digo y yo ni moreno de Las Crispitas ni de la playa de Amigos del Guadiana. A este paso no serás capaz de sacar las dos asignaturas que te quedaron de tercero ni la de segundo que se te ha atragantado. Sí, ya sé que estoy mezclando cosas, unas con otras, pero es que me hierve la sangre, esa sangre que tu no tienes que parece que es horchata lo que te corre por las venas... y, otra cosa, que todavía no te has molestado en echar los currículos, que a lo mejor te habrían cogido en Mercadona de reponedora, para colocar las cajas, o en Amazón que de seguro ahí hacen falta mujeres fuertes y altas y tu lo eres. A este paso, no serás nada en la vida. Ni saldrás en los papeles.


Publicado en la edición impresa de HOY el 25 de agosto de 2021