sábado, 10 de septiembre de 2016

Cochinas sin chiquero


Para tener una buena piara con vistas a la montanera del año que viene, muchos ganaderos juntan a los verracos con las cochinas para que estas vengan a parir por estas fechas. En estos días por tanto, cuando está en fuga la campaña de los higos y algo similar en la vendimia, empieza el jotril en el avío de los chiqueros y las majadas para prepararlo todo a fin de que los partos avienten nuevos marranillos que serán los ocupantes gozosos de las dehesas con el contento de los amos. Dicen que esta próxima otoñada podría traer buenas noticias para el campo porque, según los casos, parece que hasta los alcornoques vienen cargados de bellotas y lo más probable es que quién sabe, como dice el calendario zaragozano, que descubre para el incrédulo lector  los entresijos del tiempo para el próximo año con frases como que por estos días hará el tiempo propio de estas fechas, con frios ocasionales y a veces los calores usuales y ya está todo dicho. Pero, a lo que iba, que después de mucho mirar al cielo y los cercos de la luna, el ganadero ufano mira a su piara y con un poco de suerte se dirá para sus adentros: "No tengo chiqueros para tantas cochinas".Eso de por si será buena noticia, porque dicen que es mejor tener que desear. Y el urbanita lector, que está agobiado con el paro, la renta bàsica, el tráfico, con las cacas de los perros, con los ruidos, se dirá con razón que a qué vengo yo a darle la vara con los chiqueros y las cochinas. Pero es que a lo que quiero llegar es a la conclusión de que sería peor decir "no tengo cochinas para tanto chiquero". (Cualquier parecido con la actualidad es mera coincidencia). A vé.
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(Publicado en la edición impresa de HOY el lunes 5 de septiembre de 2016)