sábado, 26 de junio de 2021

Un alcalde que sea de pueblo

A los que somos de pueblo, porque nacimos en un pueblo, no nos importa que haya algunos seres que nos minusvaloren porque ellos sean capitalinos o nacidos en una ciudad. Viene esto a cuento de que un anunciante ha estado buscando a través de un anuncio pagado en estas páginas de HOY a una señora, de cierta edad, para que se vaya con él, que la tratará como a una reina. Y la ha buscado a través de lo que en jerga periodística se llama un 2 por 2. Exactamente 2x2. Esto es, 2 columnas de ancho por 2 módulos de alto. Y ha pagado una pasta gansa por los anuncios, que acaban en el texto siempre igual: "No importa que sea de pueblo".

Ahora resulta que Badajoz, que es un pueblo, está huérfano de alcalde. Y este pueblo, por suerte, ha tenido casi siempre alcaldes de pueblo, excepto en los tiempos en que lo gobernaba un marqués, que de todo ha habido. Me ha tocado la suerte de conocer y de hablar en el despacho oficial de la alcaldía, tuteándonos, a Jaime Montero de Espinosa, a Luis Movilla, a Juan Salas Terrón el Breve, a Manolo Rojas, a Gabriel Montesinos, a Miguel Celdrán y hasta ahí llegó la riada, porque sólo he intercambiado un saludo educado con mi penúltimo alcalde, Fran Fragoso, reconvertido ahora sólo en concejal y esperando irse a casa, al que conozco pero no me conoce porque no nos hemos presentado mutuamente y tan solo nos hemos cruzado cuando los dos íbamos o veníamos a comprar el pan. Así pues, tal vez haya que acabar recurriendo a poner un anuncio de 2x2, diciendo que una ciudad de alto standing, con 153.652 habitantes, busca alcalde y no importa que sea de pueblo.
Digo yo que una ciudad como esta no tendría que estar pendiente del tira y afloja que se puedan traer entre manos los señores concejales. Y que en todo caso, la pugna política, admisible y aceptable, no debería pasar por el forcejeo de que unos y otros lleguen a las manos. A vé..

Publicado en la edición impresa de HOY el sábado 26 de junio de 2021

viernes, 4 de junio de 2021

Café con sacarina y tejadillo


La vida en una ciudad cabreada como Badajoz es un continuo dilema. Un pueblo grande, eso es lo que somos, con muchas inquinas, con no pocas dudas. Como dice Martinez Mediero (¿qué haces, Manolo, que nos has privado de tus cartas a la directora, cortitas y enjundiosas? Yo creo que la directora Manuela Martin, a la que auxilia la eficaz Gema Pinilla, debe echarse a temblar cada vez que le llegue un correo de Manolo). Pues va y dice Martínez Mediero que esta de Badajoz es una ciudad alegre y desconfiada. Y lo rubrico yo también. Porque, ¿cómo no ser desconfiados con la que se avecina sabiendo que solo nos queda medio alcalde para descuartizar y retazar en este par de años que le restan de legislatura. Al señor Gragera, con sus zapatos de ante, le vi tímido el pasado jueves por la tarde en la inauguración de la Feria del Libro, detrás del otro medio alcalde actual, en la comitiva oficial, intercalado con Luis Landero (qué genial discurso el suyo, ahora que como yo ocupa más espacio del habitual, cosas de la báscula), con Paloma Morcillo concejala de Cultura (con mayúsculas, por favor), con el otra vez aspirante José Antonio Monago, con el sempiterno JuanMa Cardoso, con el arquitecto Paco Hipólito junior que pasaba por la otra orilla de la feria en busca del tejadillo y las rejas. Debían estar también por allí alguno de los cronistas de la villa con el generoso Julio Yuste que no cabría en sí de gozo con su fenomenal y valiosa exposición de libros de cocina impresa, en fin, con tanta gente que saboreaba las delicias de un San Francisco más guapo que nunca... pero todos desconfiados, con la mosca tras la oreja, que el bicho sigue ahí, como el dinosaurio. Luego vino el colofón el domingo con Jacinto Marabel Matos, presentado por el cronista incansable, don Alberto, que entusiasmado con el libro de Marabel Matos (no se olvide el apellido de su abuelo Luis Matos) no le dejó espacio para hablar. Pero había que tomar rápido café con tejadillo y sacarina y abandonar el salón de presentaciones, desconfiados porque el bicho sigue ahí. A vé...

Publicado en la edición impresa de HOY el miércoles 2 de junio de 2021