miércoles, 20 de enero de 2021

Los asombros de Javier Leoni

Hace más de siete años que Javier Leoni no está con nosotros, se salió de escena en julio de 2013 por la cuarta pared de algún teatro y se fue a sembrar las ilusiones que los cómicos van desgranando en los patios de butacas o en las más humildes corralas. Esta mañana, de cualquiera de estos días, he vuelto a la Biblioteca Pública del Estado en Badajoz, tras un tiempo de desamores y ausencias con este recinto. He sentido que desde el cartel que da nombre a su calle, Javier Leoni me estaba incitando a que hablase de los asombros que en su día asolaron a Jesús Delgado Valhondo.  Siempre que me acerco a una biblioteca me acuerdo de Jesús, por sus asombros, por su árbol solo. Y sólo de asombro se puede hablar si se piensa en la tira de años que ha estado el lejío de la Biblioteca en pie, lleno de baches, de charcos, de chinatos, sin que nadie encontrara solución. Pero, de repente, ¡zasca monumental, resulta que ha quedado de dulce el entorno de la Biblioteca y uno se pregunta por qué, si se podía hacer. no se ha hecho antes. ¿Competencia entre administraciones, celos, desidia de unos, cachaza de otros...? Todo ello es aplicable también ahora al entorno de la Plaza de Toros de Badajoz, que dicen que van a preparar y arreglar como se ha hecho con la Biblioteca Bartolomé J. Gallardo. Definitivamente, muchas de las calamidades que estamos pasando se deben a cuestiones como la lucha por las competencias, el desmedido afán de unos por sobreponerse a otros (tu fijas el horario del toque de queda, yo te impongo el mio), por demostrar quién tiene la sartén por el mango... Así no es de extrañar que el pobre Javier Leoni acabase tan pronto (que "temprano madrugó la madrugada", por desgracia para todos, tan pronto) haciendo mutis por el foro.


(Publicado en la edición impresa de HOY el miércoles 20 de enero de 2021)