lunes, 25 de octubre de 2010

La muchacha que lloraba Mar







Caminaba descalza pisando a veces el agua y a veces la arena, dejando
caer sus diminutos pies sobre las conchas, haciéndose daño quizá
voluntariamente. Yo la miraba divertido porque intuía que iba hablando
para sus adentros. Veía moverse sus labios y en ocasiones gesticular
con ambas manos, acaso espantando moscas o tratando de meterse de
costado en el viento, como el atleta que atraviesa acelerado la pista
abriéndose camino con las manos, para ganar velocidad. La muchacha vio
llegar por la arena a su amiga Inés, que le gritó desde lejos
haciéndose altavoz con las manos:
¡Mar! ¡Mar! ¡Mar!
Las dos se abrazaron largamente. Inés le saca varios palmos y Mar, que
es menudita, se refugia en su amiga con aspavientos. Parece que hace
tiempo que no se ven y ahora el mar es testigo del reencuentro, con
cientos de gaviotas piando a su alrededor. Inés y Mar se hacen
confidencias mientras caminan agarradas del brazo, al principio entre
risas, después más silenciosamente, a medida que se alejan de mi. Ya
no puedo escuchar sus risas, la voz cantarina de Inés, ni adivinar la
mirada sostenida en el rostro de Mar, que se agacha de cuando en
cuando a coger una piedrecita o tal vez una concha.
Las dos caminan despacio, alejándose cada vez más de mi. Pasado un
buen rato, algo debe ir mal en la conversación porque Inés se da la
vuelta repentinamente, desasiéndose de Mar. Mira a la orilla como
buscando en la playa, pidiendo sin hablar la presencia de algo o de
alguien. Mar sigue caminando en dirección contraria, agachada la
cabeza, los ojos fijos en el suelo. Espanta a las gaviotas que aquí
han perdido el respeto a la presencia de los seres humanos. Inés echa
de repente a correr. Unas lágimas asoman a sus muy humildes ojos, de
los que empieza a brotar mar. Porque Inés está llorando Mar.

(Imágenes tomadas por el autor en la playa de Isla Antilla, después de haber soñado con Inés, Mar y gaviotas, el día 17 de octubre de 2010)

3 comentarios:

Paz López dijo...

deberías escribir ficción más a menudo
:-)

José dijo...

Qué bien Manolo! el Mar, Tere y tú. También a mí me llegó ese hermoso susurro, y aún no sé qué fue de su decir.
José Oñivenis

La niña dijo...

¿Para cuando la publicación?.Fenomenal!!!