lunes, 8 de junio de 2015

Muy señor concejal mio, dos puntos:











(Varias imágenes de Badajoz y carteles de publicidad electoral, algunos de ellos pegados donde no estaba permitido por las normas elementales y por la más mínima educación)

    Querido señor concejal: 
    En los próximos cuatro años voy a tener el honor de ser representado por usted ante el Ayuntamiento de este lugar en el que yo pago mis impuestos. Si es que antes no da usted la espantá buscando una mejor situación (me resisto a escribir prebenda) o huyendo de la quema, si no le imputan, si no le pillan haciendo lo que no debe, va a tener usted la oportunidad única en su vida de dedicar su tiempo a los demás, de vivir esa apasionante aventura de quienes dejan de lado la familia, quizá los negocios, el tiempo libre, de quienes se agarran a la bandera del esfuerzo colectivo por causas sencillas que le voy a contar. Trabajará usted para que las luces de mi calle estén encendidas todas las noches, no como ahora. 
    Que los empleados de la limpieza sean eficientes y cobren un sueldo digno, que las calles estén limpias, que los perros hagan la caca en los lugares indicados o, en su defecto, en las puertas de las casas de sus respetivos dueños, no los putativos, sino los dueños reales.
    Que los adoquines no se levanten porque sí, que los semáforos funcionen, que los imbornales estén limpios, que los grifos nos den agua limpia todos los días, que los pasos de cebra estén pintados claritamente todo el año, que los municipales sean simpáticos y amables pero inflexibles, que los necesitados de la renta básica la reciban, que los niños que lo precisen tengan comedores gratuitos todo el año, que los aparcacoches dejen tranquilos a los honrados automovilistas que buscan un sitio para dejar su vehículo, que sean regadas las palmeras de la plaza de Conquistadores con el mismo derecho que todos los árboles de todas las esquinas de la ciudad, y que se abra el parking de una maldita vez, que en todas las barriadas haya vigilancia y atención policial, que no haya desahucios porque no sean ya necesarios, que no haya pactos secretos para repartirse los pasteles y las reuniones de ustedes sean con luz y taquígrafos y no en los reservados de los restaurantes, que hagan ustedes unos presupuestos justos que repartan con equidad las cargas y los beneficios para los contribuyentes, que haya una revolución cultural a base de conciertos de la banda, teatro, libros rodando por las calles, que no se levanten los asfaltados, que no se cierren bibliotecas, que tengamos si puede ser un Mercado Central, que se tire el jodido Cubo, que se salven el parque Ascensión y todos los parques, que igual en Gurugú que en las Cuestas,  en Suerte de Saavedra o en Llera o en el Cerro los vecinos tengan limpieza viaria, tengan plazas escolares en todos los centros, tengan policía, tengan seguridad, tengan autobuses, …
      Señor concejal: no meta usted la mano donde no debe pero vigile porque a su lado también puede haber un chorizo por mucha acta de concejal que él también tenga. Y recuerde que dentro de cuatro años, si no me he muerto antes, yo voy a seguir aquí con derecho a voto y usted se va a ir a la calle si no cumple con aquello para lo que nosotros le hemos elegido.

(Publicado en la edición impresa de HOY el lunes 8 de Junio de 2015)

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