martes, 5 de enero de 2016

'Troco' pesetas por escudos





Forte de Graça y vista de Elvas

'Vamos a Badajoz' era la expresión típica y tópica de los 'machas', vecinos de San Roque , cuando se decidían a acercarse a Simago, al ayuntamiento o al Galerías Preciados de la calle Mayor, que entonces era lo más de lo más. También la decían los gitanos cuando bajaban desde su Plaza Alta hasta el campo de San Juan, a merodear por las inmediaciones de El Águila, Colón, El Sótano, Jamaco, Los Gabrieles, Las Lanzas, el Saymu, Los Corales....
  Por allí vendrían en no pocas ocasiones mis dos gitanos preferidos, el Tobalo y el Sena. Este último hasta la cafetería Avenida a limpiar zapatos o a vender lotería. El Tobalo, a donde cayera, que lo suyo fue toda la vida buscarse la subsistencia. “Troco pesetas” decían los gitanos que se acercaban a los payos que veían con traje de disanto los fines de semana y con cara de estar en los soportales del Galerías Preciados buscando escudos portugueses para irse a comer a El Cristo en Elvas o a trapichear también con el contrabando, comprando para disfrute propio o para mercadear con las cosas adquiridas en El Arco Iris o al “Rei dos barateiros” (por allí fue, quizá por el año 1970 –ya ha prescrito con creces, ¿eh?- cuando yo me compré y transporté escamoteada por la frontera de Caya a España la cubertería de poco más de 50 piezas que me acompañó en las treinta o cuarenta siguientes celebraciones familiares anuales de nochebuena o fin de año). Por aquel “troco pesetas” han pasado los 14 años que llevamos disfrutando del euro y si Tobalo o el Sena levantaran la cabeza se harían cruces al ver el destrozo de dinero que unos y otros hemos hecho en estas fechas, de euros mayormente, ahora que ya es difícil distinguir a quien paga por el color y el origen de sus billetes. Y aunque han pasado tanto tiempo y ya no existe el Arco Iris ni el Rei dos barateiros, Elvas sigue teniendo el misterioso atractivo que envuelve a esa ciudad Patrimonio de la Humanidad y en la que se vuelcan los laboriosos habitantes por mantener cuidada, pulcramente limpia y tan... portuguesa.
  Estamos a dos pasos, aunque estamos más cerca que antes. En estas fechas al escribiente se le viene a la mente el slogan tan acertado, “Elvas: tan cerca, tan lejos”. Es tiempo de acercar, ya sin necesidad del 'troco' pesetas.

(Publicado en la edición impresa de HOY del 5 de enero de 2016)

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