martes, 11 de febrero de 2020

Muñequinos espías


(Hoy, abriendo agujeros en la calle Agustina de Aragón para reparar averías del colector general. Varios días han tardado los de la excavadora y han tenido copadas varias plazas de aparcamiento. A ver hasta dónde llega el agujero que están haciendo ahora, con la calle cortada al tráfico. En la segunda foto, las obras que dejaron el pirulo en pie. Ya se han llevado las vallas protectoras y han cubierto con herrajes  el acceso al estanque, para que no se caiga nadie hasta el fondo. A ver si llueve y se desborda  el estanque, en el que nadarán las botellas vacías que han dejado bajo los herrajes).




Rebuscando como Karina en mi baul de los recuerdos no encuentro un caso semejante al del concejal ese que se va con una limpiadora a registrar y hurgar en las bolsas de la basura a ver si halla allí las cartas que recibe el guarrete que saca las bolsas a media tarde. A mi me escriben cada dos días para que me compre otro sonotone y no les hago caso, ya me compré uno y no me convence, así que echo las cartas a la bolsa de los papeles y allí va mi nombre, claro, pero ¿qué le voy a hacer, escupirme las manos y arrancar mi dirección del sobre? Pues si quieren que me espíen y pillen cuando tiro los papeles y cartonajes. Bastantes veces he dicho en voz alta que en los contenedores de basura de Badajoz debían colocar una pegatina que diga clarito a qué horas se puede depositar la basura, pero no me hacen ni caso. ¿De 21 a 23 horas? Parece una hora razonable, pero que lo digan. En Portugal, sin tener que ir más lejos, escribían antes algo así como “ao sol, posto, lixo posto”. O sea, depositar la basura cuando se ponga (o se vaya) el sol. Aquí, como no hay carteles, habrá que acudir a una estratagema. Sugiero que faculten a los muñequinos de los semáforos, los que el entonces concejal del PSOE José Antonio Polo popularizó entre los años 1983/1987, para que se salgan del cacharro en el que están subidos y echen a correr tras los vecinos incívicos, les apunten la matrícula o se hagan un selfie con ellos...En la calle del Obispo hay sembrados muñequinos que corren y andan, hale, que los manden a controlar a los incívicos y así se ahorra el concejal ese ir tras ellos y filiarlos. Vaya tela...

(Publicado en la edición impresa de HOY el miércoles 5 de febrero de 2020)

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